viernes, 25 de septiembre de 2009

Carta de los papás de la guardería ABC a Benedicto XVI



 

Movimiento por la Justicia 5 de Junio

 

México, Distrito Federal, a 21 de septiembre de 2009.

 

 

S. S. BENEDICTO XVI,

BICENTÉSIMO SEXAGÉSIMO TERCER

PAPA DE NUESTRA IGLESIA CATÓLICA,

CIUDAD DEL VATICANO,

ROMA, ITALIA.

 

Los padres y madres de los niños y niñas que fallecieron o resultaron gravemente lesionados en el incendio de la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, México, ocurrido el viernes 5 de junio de este año, por este medio le agradecemos de todo corazón el mensaje de condolencias y de aliento, así como las oraciones, que Su Santidad nos envió y elevó en su mensaje del 7 de junio siguiente, precisamente en cuanto Su Santidad conoció tan infausta noticia.

 

Como Su Santidad ha de comprender, a casi cuatro meses de la tragedia, todos nosotros y nosotras  aún lloramos de dolor, porque los niños y niñas de la Guardería ABC fueron arrancados de sus hogares y del amor de sus familias de una manera terrible y violenta, y sus tiernas personitas fueron laceradas por un siniestro que no debió producirse.

 

El incendio en que resultaron lastimados o muertos nuestros hijos e hijas fue producto de una conjunción de circunstancias que evidenciaron la profunda corrupción de nuestras autoridades civiles de los tres niveles de gobierno, que se confabularon con un grupo de particulares para incumplir las normas mínimas de seguridad y prevención de accidentes, que estaban obligados a observar con extremo cuidado por tratarse de una estancia infantil que debió ser administrada por el Estado mexicano y fue ilegalmente privatizada.

 

Lo más grave de la actuación de las autoridades mexicanas, encargadas de hacer cumplir la ley, fue el hecho de que, lejos de llevar ante la justicia a los principales responsables del incendio de la Guardería ABC, los fiscales federales y estatales de nuestro país se dieron a la tarea de exonerar, encubrir y/o beneficiar a los altos funcionarios y a los particulares-socios principales responsables, limitándose a acusar a empleados menores de los gobiernos municipal, estatal y federal

 

Por sobre todo lo anterior, en el escenario de degradación de la justicia humana a que nos enfrentamos, lo que nos escuece el alma vino a ser el habernos enterado que los más altos representantes de la Iglesia Católica Romana en Hermosillo, Sonora, México, es decir los señores ARZOBISPO EMÉRITO DON CARLOS QUINTERO ARCE y el actual ARZOBISPO DON JOSÉ ULISES MACÍAS SALCEDO, faltando al más elemental principio de piedad y de justicia, y asumiendo una actitud parcial impropia en prelados de sus categorías, firmaron en diversas fechas del mes de agosto anterior, sendas cartas de recomendación y buena conducta en favor de los señores ANTONIO SALIDO SUÁREZ, GILDARDO FRANCISCO URQUÍDEZ SERRANO, SANDRA LUCÍA TÉLLEZ NIEVES Y MARCIA MATILDE ALTAGRACIA GÓMEZ DEL CAMPO TONELLA, a quienes se les sigue proceso por el asesinato y lesiones de nuestros hijos.

 

Consideramos altamente lesivo a nuestros derechos como padres y madres de los niños y niñas víctimas de la acción criminal de los señores ANTONIO SALIDO SUÁREZ, GILDARDO FRANCISCO URQUÍDEZ SERRANO, SANDRA LUCÍA TÉLLEZ NIEVES Y MARCIA MATILDE ALTAGRACIA GÓMEZ DEL CAMPO TONELLA, el que los respetados arzobispos de Hermosillo comprometan su investidura eclesiástica abogando por dichas personas, miembros de las élites política y económica de nuestro país, a quienes las autoridades investigadoras mexicanas han pretendido proteger incriminándolos por delitos menores, es decir, no intencionales, a pesar de las fuertes evidencias de que sus conductas al final del proceso penal que se les sigue deberán ser calificadas como dolosas.

 

Por los motivos anteriores, aprovechamos esta oportunidad y este medio para expresar a su Santidad nuestro reconocimiento por su sensible actitud hacia nosotros, y al mismo tiempo le rogamos envíe un fuerte extrañamiento a los señores arzobispos de Hermosillo, EMÉRITO DON CARLOS QUINTERO ARCE y ARZOBISPO DON JOSÉ ULISES MACÍAS SALCEDO, exhortándolos para que mantengan un prudente equilibrio en el caso judicial que se sigue en contra de los señores ANTONIO SALIDO SUÁREZ, GILDARDO FRANCISCO URQUÍDEZ SERRANO, SANDRA LUCÍA TÉLLEZ NIEVES Y MARCIA MATILDE ALTAGRACIA GÓMEZ DEL CAMPO TONELLA, haciéndoles saber que si han de intervenir, lo hagan en favor de las víctimas y sus familiares, y no en favor de quienes son sus victimarios.